El tipo impositivo en el Impuesto sobre Sociedades
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El impuesto sobre Sociedades es uno de los pilares fundamentales del sistema tributario español (junto con el IRPF y el IVA).
Así, este impuesto grava los beneficios obtenidos por las empresas y otras entidades jurídicas, y su relevancia no solo reside en su impacto recaudatorio, sino también en cómo afecta la competitividad y la inversión empresarial.
En este artículo, analizamos el tipo impositivo del impuesto sobre sociedades en España así como su comparación con otros países europeos del entorno.
El Tipo Impositivo General
En la actualidad, el tipo impositivo general del impuesto sobre sociedades en España es del 25%.
Este porcentaje se aplica a la base imponible, que es el resultado contable ajustado por las correcciones fiscales pertinentes.
Este tipo ha experimentado varias modificaciones a lo largo de los años. Así hasta el ejercicio 2015 era del 30%, pero se ha visto reducido paulatinamente hasta dejarlo en el 25 % actual con la intención de fomentar la inversión y el crecimiento económico.
Tipos Impositivos Reducidos
Ahora bien, además del citado tipo general, nuestro sistema tributario prevé la existencia de tipos impositivos especiales (más reducidos) para determinadas entidades y situaciones específicas. Así, destacan:
- Empresas de nueva creación: Las sociedades que inician su actividad tienen un tipo reducido del 15% durante los dos primeros ejercicios en que obtienen una base imponible positiva.
- Entidades sin fines lucrativos: Las organizaciones que no persiguen un fin lucrativo y que cumplen con los requisitos establecidos por la Ley tienen un tipo impositivo del 10%.
- Entidades de pequeña dimensión: Las empresas con una cifra de negocios inferior a 1 millón de euros pueden beneficiarse de ciertos incentivos fiscales y un tipo reducido bajo determinadas condiciones. En concreto, desde el 1 de enero de 2023 le resulta de aplicación un tipo impositivo del 23 %.
Comparación Internacional
En comparación con otros países de la Unión Europea, el tipo impositivo del 25% en España se encuentra en un rango medio-alto.
Países como Irlanda (12.5%) y Hungría (9%) tienen tipos significativamente más bajos, lo que los hace atractivos para la inversión extranjera.
Por otro lado, países como Francia (26.5%) y Alemania (entre 30% y 33%, dependiendo del estado) tienen tipos más elevados.
Esta diferencia en los tipos impositivos puede influir en la decisión de las empresas sobre dónde establecerse y dónde expandirse. La competencia fiscal entre países es un factor clave en la estrategia fiscal de las multinacionales.
La presión fiscal en España es un tema de debate. Algunos sectores abogan por una reducción adicional para atraer más inversión extranjera y mejorar la competitividad internacional. Otros, en cambio, destacan la necesidad de mantener una recaudación adecuada para financiar los servicios públicos y reducir el déficit público.
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